sábado, 4 de noviembre de 2017

AL FILO DEL CORTE

En la barbería donde voy a cortarme el pelo hay una pequeña mesa con un montón de revistas del corazón desfasadas para distraer a los clientes mientras esperamos el turno. Junto a ellas, también hay un tomo bastante grueso que lleva por título: «Manual Completo de Defensa Personal». No puedo resistirme a ojearlo. Delante de mí van dos señores con pelazo; así que, durante un rato, puedo sumergirme en las enseñanzas de este interesante manual. Hay ejercicios sobre presas, caídas, puñetazos, patadas… Es didáctico y está lleno de ilustraciones. Está formado por un compendio de poses corporales y de explicaciones sobre cómo defenderse de un atacante armado e inmovilizarlo; de cómo defenderse de varios agresores y de cómo comportarse en la oscuridad. Después de tan apasionante entretenimiento, observo al manos-tijeras con aversión, va tan lento en su trabajo que solo me entran ganas de darle una somanta de palos.

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