miércoles, 14 de marzo de 2018

LA ANTORCHITA INSECTÍVORA


He perdido mi casa por hacer sufrir a una asquerosa cucaracha. La quemé. Sin embargo pudo escapar y, prendida en llamas, acabó en la parte baja de las cortinas. Así empezó todo. Al verla patas arriba pensé que le había dado muerte, pero, sin explicármelo, se recompuso y correteó por la casa como una antorchita insectívora. Son duras, escurridizas, vengativas… Cuando la encontré, estaba sobre la colcha de mi cama, revolcándose como un perrito que muestra su alegría. Vinieron los bomberos y la policía científica. Me hicieron muchas preguntas, y tuve que explicarles cómo sobreviví a esta insólita acción pirómana.

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